Son muchos años planeando viajes para mí o, incluso, mi familia o amigos; y muchos también atendiendo a peregrinos que se acercan hasta nuestros alojamientos en Navarra. Por eso me gustaría compartir con los lectores de la Hostería de Curtidores algunos trucos que, cada vez que viajo, utilizo y que hacen ahorrarme algunos eurillos antes y durante mi viaje.
En esta ocasión te propongo enfocarnos en tres simples consejos para que los apliques en tu próximo camino de Santiago.
¿Una sola sugerencia? pero… si hay muchas más …
Las recomendaciones que proponemos son de lo más simple pero en siguientes post os iremos aportando sugerencias muy muy recomendables para nuestros peregrinos:
- Para lo que van en bicicleta.
- Para senderistas novatos.
- El calzado.
- Transporte de mochilas.
3 CONSEJOS Y UNA SUGERENCIA:
1. Ahorra en los vuelos
Es probable que, para empezar tu camino, tengas que recurrir a algún medio de transporte como pueda ser el avión. Si este es tu caso, mira bien todas las alternativas disponibles. Ya que depende de donde vayas a empezar tu camino puedes volar a o desde Santiago, Santander, Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Biarritz, Pau o Donostia, entre otros. Y después mirar posibles combinaciones de bus para llegar hasta tu punto de partida. Para comprar los billetes puedes hacer uso de comparadores como Skyscanner u Omio y así encontrar la mejor alternativa posible. En caso de que tengas que reservar tu billete de avión, recuerda que las alternativas más económicas las encontrarás para los martes y miércoles, busca bien porque hay ahorros importantes dedicando un poco de tiempo.
Nuestra sugerencia:
Y si ya has decidido que el avión va a ser tu medio para acercarte al Camino, te sugerimos un ahorro extra; en especial si vas a utilizar tu propio coche para acercarte al aeropuerto. No olvides comparar y reservar con antelación tu plaza de parking. Y nuestra sugerencia es que consultes con Vuelapar, el aparcamiento del aeropuerto de Valencia, que también te ofrece toda la alternativa disponible independientemente de cuál sea tu punto de partida. Con ellos, en menos de 2 minutos, podrás tener tu reserva hecha y así continuar con tu preparación para el camino de Santiago.
2. Alojamientos
Una vez tenemos claro el punto de partida y/o retorno y resuelto el parking para nuestro vehículo toca pasar al tema de los alojamientos. Existe una amplia variedad de éstos, pero, aunque la oferta sea muy alta, tienes que saber que la demanda, también, es alta sobre todo en el Camino Francés. Así que, ahí va nuestra segunda recomendación, “para que no tengas que volar entre etapas” y encontrar un alojamiento barato utiliza los albergues, cada vez ofrecen mejores servicios.
Reserva tu albergue en todas aquellas etapas en las que puedas, al menos con dos días de antelación: cada vez más hay más que aceptan reserva (aunque son mu
chos en los que el primero que llega, primero que se aloja) o en los que tienes que llamar el día de antes para confirmar tu llegada. Al reservar no tendrás que preocuparte por la hora a la que llegas al alojamiento y podrás disfrutar mucho más de los paisajes, monumentos y placeres que se te van cruzando por tu camino, ¡que no son pocos! Y un buen ejemplo en este aspecto es la Hosteria de Curtidores, un lugar que te lo pone fácil: comodidad, servicios y buen precio.
3. Comer en el Camino
Continuaremos con el tercer consejo para todos aquellos que peregrinen a Santiago. El Camino tiene su rutina, que va cambiando con el período en que se hace (no es lo mismo en invierno que en primavera o verano), pero se trata de caminar entre 4 y 6 horas (lo que implica madrugar, más en verano que en invierno eso sí), buena ducha al llegar a tu albergue, estiramientos y cuidado de pies, descanso (lo más que se pueda) y alimentarse lo mejor posible. Y es en este apartado donde viene nuestro consejo de ahorro: en muchos albergues encontrarás una cocina en la que te puedes preparar el desayuno si no te lo ofrecen y prepararte un bocadillo para afrontar la etapa; la comida, en muchos casos la puedes sustituir por un pincho o tapa en alguna de las paradas y no llenarte en exceso para seguir caminando liger@. Por último, puedes plantearte una cena en la que escapes de los menús del peregrino (¡de acuerdo, son baratos, pero casi siempre iguales!) y si tomas productos o platos locales casi seguro te saldrán igual de precio, pero: mucho, mucho, más ricos.
No dejes de saborear y explorar todo aquello que se va poniendo porque es una experiencia única. Única por los paisajes, las personas que vas conociendo, las experiencias…todo es mágico y único. Así que… ¡Buen Camino!
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